Chile se niega a aprobar una nueva constitución
El pueblo votó y se rechazó la propuesta de la nueva constitución de forma tajante. Hubiera sido además la primera en más de medio siglo, desde que se redactase la actual bajo el mandato del líder militar Augusto Pinochet en 1980. Millones de ciudadanos votaron en un referéndum para acabar rechazando este nuevo escrito que se redactó a comienzos de 2022, de cara a lo que hubiera marcado un momento histórico para el país.
La propuesta de constitución se postergó durante todo un año de preparatoria e incluía mayores derechos para las mujeres, los ciudadanos de clase obrera e indígenas. Se calificó como un proyecto progresista e integrador, pero una cantidad de votantes superior al 85 % (más de 13 millones) se negó a darle salida. Fue la votación con mayor participación histórica con casi 8 millones de votos de los cuales el 61,89 % se manifestaron en contra.
La campaña electoral duró desde el 6 de julio hasta el 1 de septiembre y el referéndum tuvo lugar desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde del 4 de septiembre. Por otra parte, Gabriel Boric, presidente izquierdista de Chile, vio en este proceso una oportunidad de retomar la popularidad que no ha hecho más que descender desde que asumió el cargo durante el primer trimestre de este mismo año.
Los pasos previos al referéndum
Los sondeos previos a la votación no eran optimistas, pero lo cierto es que, después de que los estudiantes liderasen las protestas de octubre de 2019 en contra de la subida de las tarifas de transporte, comenzó un movimiento ávido de cambio en el país. Durante los últimos meses de aquel año y los primeros del siguiente, las manifestaciones y las demandas de mayor protección social e igualdad fueron respondidas con represión y violencia por parte del Estado.
Entre las distintas exigencias del pueblo, la idea de redactar una nueva Carta Magna que sustituyera la obsoleta e ilegal que se aprobó durante la dictadura de Pinochet fue cogiendo fuerza. A finales de 2020, un referéndum a favor de una nueva Constitución salió a favor con una abrumadora inclinación de la balanza de casi el 80 %.
Tras esta primera votación, se conformó un órgano de más de 150 personas para la redacción de la nueva Constitución, enviada al presidente Gabriel Boric durante el mes de julio para su aprobación. Durante los siguientes dos meses, los ciudadanos tuvieron tiempo más que suficiente para alcanzar una postura y reflejarla en su voto.
¿Qué habría cambiado la Constitución desestimada?
El proyecto de Carta Magna incluía cerca de 400 artículos que buscaban reformar el sistema político, así como los derechos de las minorías y las responsabilidades sociales por parte del Estado. Además, según esta propuesta, los líderes podían volver a elegirse consecutivamente una vez y actualmente no existe la posibilidad.
De haber sido aprobada, el texto habría garantizado el derecho a una vivienda digna, la creación de un sistema de salud nacional y habría mejorado las prestaciones laborales. Los organismos del Estado y las empresas públicas, entre otras muchas entidades, deberían haber respetado la igualdad de género.
También se dedicaba un capítulo entero a los derechos del medio ambiente. Según la carta, la naturaleza también tiene derechos y los animales están sujetos a una protección especial. Se hacía especial hincapié en la lucha contra el cambio climático y el cuidado de la biodiversidad, las especies autóctonas y los espacios naturales y catalogaba estos puntos como un deber del Estado. En la Constitución actual solo existe un artículo referente al mantenimiento del medio ambiente.
En cuanto a los grupos indígenas, también se les garantizaba el derecho a sus territorios y a sus recursos, además de la reserva de puestos en los órganos que los representan. Asimismo, la Constitución desestimada también proponía que los indígenas fueran consultados en cualquier materia que afectase a sus derechos. De hecho, podrían haber obtenido un sistema de justicia particular para llevar a cabo sus propios asuntos. A pesar de ello, la Corte Suprema de Chile habría tenido la última palabra en cualquiera de los casos.
¿Qué pasará a partir de ahora?
De haber salido un resultado contrario y se hubiera aprobado la propuesta, la coalición gobernante liderada por Boric habría firmado un pacto para reformar y esclarecer ciertas partes de la propuesta. Sin embargo, la realidad es que la nueva Constitución ha sido rechazada. Gabriel Boric, a sus 36 años de edad, ha declarado que tiene que iniciarse un nuevo proceso constitucional para cumplir con el referéndum de 2020. La esperanza de aquellos que anhelaban el cambio todavía tiene salida, pero la propuesta de un nuevo texto ha de satisfacer a todos los ciudadanos votantes.